
La construcción del amor
El amor nos provoca los placeres más intensos, pero también los mayores sufrimientos.¿Es posible alcanzar un equilibrio que nos evite el desconsuelo? El ser humano ha nacido para el amor. Pero sabemos poco de él. Es un gran enigma, un misterio que dirige nuestras vidas. Se trata del más alto reto y también el más complicado. Lo buscamos, lo echamos de menos y nos quejamos de su ausencia. De hecho casi todos los sufrimientos están muy relacionados con la percepción de no sentirnos amados.
Pero el amor no es innato ni primario. Requiere de un largo aprendizaje en el que el desarrollo psíquico tiene un papel importante. A amar se aprende cuando hemos elaborado y canalizado la relación con nuestro pasado y nos deshacemos de las cuentas pendientes. Es entonces cuando nos hacemos cargo de nuestros deseos más íntimos y disfrutamos una nueva visión del amor basada en el equilibrio.
Los miedos del amor
El amor se considera una vía directa hacia la felicidad, pero cuando se ama hay que estar dispuesto a sufrir e incluso a arriesgar nuestra seguridad. De ahí que surja el miedo. Porque el amor no entiende de razonamientos ni de control. Estos son los principales miedos relacionados con este sentimiento:Al compromiso para no salir dañados del amor, evitamos acercarnos excesivamente al otro. Este tipo de miedo se produce cuando tenemos ataduras inconscientes que nos impiden comprometernos. Si se quiere huir de estos conflictos internos propios, también se evitará unirse a otro para que no descubra nuestros más recónditos secretos. En ocasiones, este temor se basa en el convencimiento de que si alguien nos conoce en profundidad no nos querrá.
Los miedos del amor: abandono, pérdida de intimidad y de libertad
1- Al abandono
Puede partir de una desvalorización personal, sobre todo en el caso de las mujeres, cuando se está madurando la identidad femenina. Al considerarse inferiores a los hombres, creen que ellos piensan lo mismo. Para evitar el abandono y la angustia y el dolor que este causa, es mejor elegir la soledad.
3.- A perder la libertad Es la “excusa” perfecta para no comprometerse en una relación amorosa. Es un miedo vinculado a la fantasía de caer en una relación agobiante y oculto en carencias afectivas inconscientes que no dejan crear lazos amorosos sólidos. Una relación de pareja es gratificante cuando posee unas bases sólidas que la hacen crecer: el respeto, la comunicación y la libertad de cada uno. La falta de libertad crea conflictos en la unión.
La pócima de las relaciones amorosas
¿Existe un elixir mágico que nos devuelva el amor perdido? ¿Qué nos devuelva la ilusión de un nuevo amor? Según la autora una relación de pareja se mantiene en el tiempo cuando:
*Se saben superar las crisis que conlleva el amor. Una vez hecho esto, el vínculo amoroso se restablece y la relación cobra mayor serenidad y firmeza.
*Existe entendimiento sexual, siendo conscientes que no se puede mantener la pasión de los inicios de la relación.
*Si no se pierde la admiración mutua. Nuestra pareja tiene que ser la mejor en algo, por muy insignificante que esto sea.
*Alternancia de roles. En ocasiones hay que saber comportarse como niños con el otro, sin que esto conlleve sentirse inferior.
*Tenemos la tolerancia suficiente con el otro como para disfrutar de lo que puede aportarnos.
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